Los Convenios de La Soledad

Conocidos como Tratados Preliminares de La Soledad, los Convenios de La Soledad fueron acuerdos celebrados entre el Gobierno de México y una comisión tripartita conformada por representantes de Francia, Inglaterra y España, que reclamaban el pago de deuda externa. Estos Convenios se firmaron en La Soledad de Doblado, en Veracruz, el 19 de febrero de 1862.

Antecedentes

México arrastraba desde los conflictos de Independencia una situación económica que mermaba su capacidad productiva, en especial debido a que los conflictos internos se sucedían unos a otros.  Esta situación se prolongó hasta la presidencia de Benito Juárez, quien decide emitir un decreto de cesación de pagos, el 17 de julio de 1861, con el fin de oxigenar las finanzas del país y beneficiar al aparato productivo mexicano.

los convenios de la soledad

Este decreto creaba las condiciones para llegar a una negociación con los acreedores, sin negar en ningún momento la deuda, y sin rehusarse a su cancelación. Sin embargo, el decreto no es bien visto por España y Francia, países acreedores, que forman una triple alianza con Inglaterra para exigir el pago forzoso de la deuda. Los partidos que se oponían a Juárez se ponen de lado de los invasores, con el fin de obtener dividendos políticos.

A pesar de que la suspensión de pagos no excluía su posterior cancelación, los tres países enviaron navíos de guerra a México, los cuales arribaron a Veracruz en diciembre de 1861.  En enero de 1862 desembarcan, instalándose en Orizaba y Xalapa. Juárez enfrentaba esta circunstancia con un congreso opuesto que clamaba por su destitución.

Desarrollo de los acontecimientos

El gobierno de Benito Juárez envía para parlamentar a su ministro de Relaciones Exteriores, Manuel Vicente Doblado. A pesar de la intervención armada, la alianza envía un mensaje al gobierno de Juárez, presentándose como emisarios que pretendían ofrecer “una mano amiga” al pueblo mexicano, dolidos ante la difícil situación que atravesaba. Hablaban de establecer negociaciones, reconociendo la legitimidad de Juárez como presidente.

Doblado aprovechó hábilmente el tono de la comunicación de la alianza para establecer las bases de un tratado. Argumentó que para negociar era imprescindible que se pusiera en claro el tono, alcance e intenciones de la misión que había llegado a Veracruz. Sólo en esas condiciones se podría llegar a un acuerdo.

A pesar de que los tres países pudieron tener una primera intención intervencionista, la jugada diplomática de Doblado surtió el efecto deseado, al menos con la delegación española. Juan Prim entró en conversaciones, de donde se obtuvieron los llamados Tratados Preliminares de La Soledad. Doblado ofrecía permitir el avance de las tropas de la alianza a la firma de los Convenios, pero logró algo superior: las tropas españolas se retiraron de Veracruz, regresando a España.

Principalmente, los tratados eximían a México de aceptar la ayuda o asistencia de los países de la alianza. Los países se comprometían a mantenerse en Orizaba y Xalapa, además de respetar la soberanía mexicana.

Resultado similar se obtuvo con las tropas inglesas, al mando de John Russell: examinaron los Tratados, y decidieron suscribirlos, regresando también a Inglaterra.

Acontecimientos posteriores

La reacción de la delegación francesa, sin embargo, no fue favorable, además de que ya existían en México facciones que promovían la idea de establecer un Imperio con un monarca de extracción europea.

Los franceses no suscribieron los Convenios, y decidieron continuar con el avance de sus tropas, en lo que se conoció como Segunda Intervención Francesa en México.



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