Consumación de la Independencia de México

Del 16 de septiembre de 1810 al 27 de septiembre de 1821, cuando se consuma la independencia, pasaron 11 años, al final de la larga lucha, la victoria se dio gracias a diversos sucesos, tanto externos como internos.

El retiro de las tropas napoleónicas de España ayudó a que las acciones armadas fueran de mas a menos. Fernando VII a su regreso al trono en 1814 desconoce la constitución de Cádiz, lo que causó rebeliones de partidarios de ésta en España, hasta que finalmente en 1820, con el triunfo de los liberales, el Rey juró la constitución.

Al recibirse la noticia en Nueva España, el clero y la elite de poder se reúnen en el templo de San Felipe Neri para conspirar el Plan de La Profesa, cuyo principal objetivo fue conseguir que no se aplicara la constitución de Cádiz en el Virreinato, alegando que la Nueva España se gobernaría independiente, apoyándose en las Leyes de Indias, mientras el rey siguiera bajo el dominio de la revolución liberal, hecho que no se consuma, al jurarse la constitución por el Virrey para evitar un levantamiento armado por parte de liberales masones y no estar en rebeldía con la autoridad española.

Estos sucesos marcan un antecedente para la consumación de la independencia mexicana, pero sin ser la que Hidalgo, Morelos y demás combatientes anhelaban, toda vez que el poder seguiría en manos de a quien combatían.

El Plan de Iguala (Vicente Guerrero – Agustín de Iturbide)

Al fracasar los intentos del clero y de los peninsulares simpatizantes de establecer una  monarquía absolutista en todo el territorio, vieron en Agustín de Iturbide la oportunidad idónea de lograr sus intereses, y no seguir estando bajo el gobierno de la constitución de Cádiz.

Encargaron esta misión a Agustín de Iturbide, quien supo manejar astutamente toda la situación. El Virrey de Apodaca lo nombra comandante general del sur, y éste promete acabar con todo rastro de insurrección al sur de la Nueva España, algo que estaría muy lejos de la realidad.

Vicente Guerrero y Pedro Ascencio le brindaron férrea resistencia, propinándole derrotas en Tlatlaya, las tropas de Pedro Ascencio, y en Zapotepec, las tropas de Vicente Guerrero. Viendo que no sería fácil someter a los ejércitos del sur, Agustín de Iturbide le propone a Vicente Guerrero que logren la libertad de la naciente nación mediante la unión de ambos grupos en conflicto.

De esta manera, el 10 de febrero, en Acatempan, se logran acuerdos para presentar posteriormente lo que sería el Plan de Iguala, que en resumen proclamaba la emancipación de México de España, formando un imperio mexicano gobernado por un miembro de la familia real española, y regido por una constitución nueva.

Este acto fue rechazado totalmente por el Virrey, que ofrece a Agustín de Iturbide retractarse a cambio de ser indultado. Lejos de esto, Iturbide comienza a ganar partidarios realistas quienes entregan ciudades por capitulación e incorpora caudillos insurgentes en sus filas.

Toda esta situación resulta en la destitución del Virrey Juan Ruiz de Apodaca, y en el envío de Juan O’Donojú como representante político superior en Nueva España. Fue el propio Juan O’Donojú quien facilitó la consumación de la Independencia de México al firmar el Tratado de Córdoba, el día 24 de agosto del año 1821.

El Ejército Trigarante entra en la ciudad de México el 27 de septiembre de 1821, y se logra firmar el acta de independencia del imperio mexicano al día siguiente, consumándose con este hecho la Independencia de México.



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