Revolución de Ayutla (Plan de Ayutla)

El 1 de marzo de 1854, en el actual estado de Guerrero, es proclamado el llamado plan de Ayutla, plan que tomaría el nombre de la población desde la cual es lanzada esta proclama política.

El plan respaldado por Florencio Villareal, Juan Álvarez e Ignacio Comonfort tenía como objetivo quitar de la presidencia de la república a Antonio López de Santa Anna, desconociéndole del cargo mediante el primer artículo del plan de Ayutla.

Una vez depuesto Santa Anna del manejo de la nación, en el plan se asentaba también, en su segundo artículo, nombrar interinamente a un presidente que cobijado por el artículo tercero de la proclama, gobernara respetando las garantías individuales, aunque con amplias facultades para gestionar asuntos de administración pública.

También en el plan de Ayutla se convocaba a instaurar un congreso que creara una nueva constitución. Si bien el plan de Ayutla fue lanzado el primero de marzo de 1854, el mismo fue reformado a petición de Ignacio Comonfort en el puerto de Acapulco el 11 de marzo de 1854.

Revolución de Ayutla (respaldo armado de la proclama)

En el actual estado de Guerrero se vivieron los primeros focos de insurrección que respaldaban el plan de Ayutla. Es en Acapulco donde Juan Alvares, con 500 hombres bien armados y organizados por Comonfort, soportaron desde el fuerte de San Diego el ataque del ejército de cerca de 6 mil hombres comandado por Santa Anna, ejército fiel al dictador derrotado por las enfermedades y por las bajas sufridas durante el asedio al fuerte.

Antonio López de Santa Anna

Otros estados de la actual república mexicana se unieron a los ideales del plan de Ayutla, así en Michoacán los generales Epitacio Huerta y Manuel Pueblita, se alzan en armas respaldando la revolución de Ayutla.El estado Nuevo León lo haría al mando de José Santiago Vidaurri Valdéz, y Veracruz de la mano de Ignacio de la Llave.

Antonio López de Santa Anna hizo un último intento de sofocar la rebelión llamando a un plebiscito, para según él, escuchar la opinión del pueblo sobre si debía o no continuar en el poder. La destrucción de pueblos, los fusilamientos y destierros a quien osara apoyar la revolución dieron la espalda a lo que Santa Anna pretendía.

Alarmado por el triunfo del plan de Ayutla marcha hacia la Habana, Cuba, el 9 de agosto de 1855. Al triunfo de la rebelión, se acabó con la dictadura y se pretendía borrar también la anarquía que reinaba en el país.

Liberales y conservadores comenzarían roces por discrepancias en cuanto a gobierno y reformas sobre el clero y el ejército. Ignacio Comonfort unifica las opiniones de unos y otros y se nombra a Juan Álvarez como presidente interino. Este asume el cargo desde el 4 de octubre de 1855 hasta el 11 de diciembre de 1855.

El plan y revolución de Ayutla sería el principio de un cambio mucho más radical en la vida política y social del país, que desembocaría en la guerra de reforma.



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