Los Tratados de Ciudad Juárez

Los Tratados de Ciudad Juárez son un acuerdo concretado entre revolucionarios y el gobierno mexicano, con el objeto de finalizar una serie de hostilidades que se habían desatado en 1910. Tuvo lugar el 21 de mayo de 1911 en Ciudad Juárez, como se puede deducir por su nombre.

Antecedentes

Para 1910, el entonces presidente, Porfirio Díaz, había sido electo en 9 ocasiones desde 1876. A pesar de que durante sus primeros mandatos se había mostrado opuesto a la reelección, no tardó en introducir enmiendas para poderse reelegir tantas veces como desease. Esta sucesión de períodos gubernamentales se conocieron como El Porfiriato. A pesar de los esfuerzos de Díaz para fomentar y elevar el nivel de México en artes, ciencias y cultura, fue una etapa histórica salpicada de numerosas protestas y revueltas.

Estas protestas alcanzaron un punto culminante cuando en 1910 Díaz obtiene un triunfo electoral de dudosa legitimidad frente a Francisco Madero, a quien encarcela. Aunque luego Madero es liberado, se dedicó a arengar a las multitudes para derrocar a Porfirio Díaz. Este fue el inicio de la Revolución Mexicana.

Luego de su excarcelación, Madero se exilió en la ciudad de Tucson, desde donde lanzó sus proclamas para derrocar a Díaz, y formuló el llamado Plan de San Luis de Potosí, que ofrecía reivindicaciones agrarias, el fin del Porfiriato y elecciones transparentes.

A estas proclamas respondieron notorias figuras de la Revolución Mexicana como Emiliano Zapata, Pancho Villa y Pascual Orozco, que iniciaron una serie de revueltas violentas que tuvieron su centro neurálgico en el estado de Chihuahua, concretamente en Ciudad Juárez. Madero regresó del exilio para unirse a la toma de la ciudad, y eventualmente del Estado.

Madero lideró la rebelión en el norte, junto a Villa y Orozco. Sin embargo, el alzamiento conducido por Zapata en el centro y sur de México fue más amplio y difícil de contener. Zapata despertó entre la población una admiración enorme. Se había convertido en un líder por mérito propio, sobre todo porque esperaba que los campesinos vieran la restitución de las tierras que les habían despojado.

La relevancia que despertó Zapata fue lo que convenció a Díaz de negociar un tratado con su rival político. Por su parte, Madero siempre buscó la salida negociada, tratando en lo posible de generar la menor cantidad de violencia.

Desarrollo de los acontecimientos

Los representantes del Gobierno de Díaz y los hacendados consideraron que el movimiento de Zapata había tomado cuerpo propio, y podía superar y arropar incluso a Madero. Decidieron entonces que lo más conveniente era un tratado con Madero, que se celebró el 21 de mayo de 1911. En el tratado se acordaba la dimisión absoluta de Díaz y de su vicepresidente Ramón Corral.

los tratados de ciudad juarezHasta que hubiera oportunidad de celebrar elecciones, se nombraba presidente interino al Secretario de Asuntos Exteriores, Francisco León de la Barra. Se acordaban condiciones de amnistía para los insurrectos y compensaciones económicas a los familiares de los soldados que habían perecido tratando de sofocar la rebelión.

Conforme a lo acordado, Díaz y Corral dimitieron al poco tiempo, luego de lo cual ambos se exiliaron en Francia.

Acontecimientos posteriores

Emiliano Zapata no vio con agrado el nombramiento interino de De la Barra, y comenzó a distanciarse de los revolucionarios. Además, consideraba que Madero, que fue electo presidente en noviembre de 1911, estaba traicionando los ideales del Plan de San Luis Potosí, al no adelantar mejoras en las políticas agrarias ni incluir reivindicaciones campesinas. Se mantuvo en rebelión.

Madero fue derrocado y asesinado en un golpe de estado liderado por Victoriano Huerta, en febrero de 1913.



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