El Plan de Agua Prieta
El Plan de Agua Prieta fue una proclama emitida el día 23 de abril del año 1920 en la ciudad de Agua Prieta, en el estado de Sonora, por Plutarco Elías Calles y Adolfo de la Huerta, en ella se desconocía al entonces presidente Venustiano Carranza.
Antecedentes
Venustiano Carranza ejerció su primera presidencia de modo provisional, ya que se originó del derrocamiento de Victoriano Huerta. Este gobierno se extendió debido a los conflictos derivados de la Convención de Aguascalientes y el Pacto de Xochimilco, que concluyeron en la toma de Ciudad de México, y el también provisional gobierno de Francisco Carvajal. De modo que Carranza había acumulado suficientes enemistades como para esperar cualquier ataque.
Aunque el segundo gobierno de Carranza, iniciado en 1917, fue de conciliación, no estuvo exento de problemas. Cerca del final, aspiraba al cargo Álvaro Obregón, pero Carranza decidió que el candidato sería Ignacio Bonilla, quien era además un civil. Esto causó descontento en militares como Álvaro Obregón, que aspiraba a la candidatura. Estos personajes tampoco veían con buenos ojos que Carranza tolerase gobernadores que habían simpatizado con Porfirio Díaz.
Calles y De la Huerta aprovecharon una disputa territorial que se produjo por el Río Sonora, para reunirse en Agua Prieta y lanzar la proclama.
Desarrollo de los acontecimientos
En la redacción del plan, llamado en su momento Plan Orgánico del Movimiento Reivindicador de la Democracia y de la Ley, se acusaba a Carranza de una serie de faltas, que incluían traición, y vulneracion de la voluntad popular. En el texto no se hace referencia a la disputa territorial que daba origen a la protesta, pero se desconocía a Carranza como presidente, y a los poderes constituidos que emanasen de su gobierno, si no se adherían al Plan.
Originalmente los promotores del Plan fueron los generales Adolfo de la Huerta y Plutarco Elías Calles, posteriormente se sumó Álvaro Obregón. El plan contemplaba el nombramiento de un presidente provisional, durante cuyo mandato se convocarían elecciones oportunamente.
La ejecución del Plan contemplaba también la creación de un Ejército Liberal Constitucionalista, ente armado que se alzaría para garantizar la ejecución del Plan y cumplimiento de las leyes durante el mismo.
El Plan derivó en una serie de alzamientos que se extendieron por todo México, llamados Revolución de Agua Prieta. En la medida que las revueltas ganaban terreno a lo largo del país, Carranza fue comprendiendo que debía trasladar el gabinete de gobierno a Veracruz, tal como había tenido que hacer en 1914.
Durante el trayecto de huida, Carranza se entera de que no podía llegar por los caminos usuales, ya que los caminos habían sido dinamitados por los alzados. Tuvo que dar un rodeo que pasaba por Tlaxcalantongo, en el estado de Puebla. En ese pueblo es asesinado.
La muerte de Carranza marca de hecho el fin, tanto del Plan como de la Revolución de Agua Prieta.
Acontecimientos posteriores
A la muerte de Carranza, asume la presidencia uno de los formuladores del Plan de Agua Prieta: Adolfo de la Huerta. Este cargo sería interino, hasta la elección que investiría a Álvaro Obregón como Presidente.
Obregón se encontró con que no era reconocido por el gobierno de los Estados Unidos, situación que le llevó a formular el Tratado de Bucareli, donde concedía privilegios a las compañías petroleras a cambio de reconocimiento político e inversiones. Este tratado le valió duras críticas, muchas de ellas de su antiguo compañero de rebelión, Adolfo de la Huerta.
Muy claro, conciso y preciso lo escrito.