Los Convenios de Zavaleta
Los Convenios de Zavaleta es el nombre de un tratado firmado el 23 de diciembre de 1832 en la Hacienda de Zavaleta, en Puebla, con el fin de restituir la presidencia de Manuel Gómez Pedraza, electo en 1829 e inmediatamente destituido.
Antecedentes
Manuel Gómez Pedraza fue un militar que luchó a las órdenes de los realistas durante el proceso de Independencia. Una vez lograda la misma, Pedraza se adhirió a la nueva circunstancia, comenzando a hacer carrera política. Se desempeñó como Ministro de Guerra durante el gobierno de Guadalupe Victoria.
Se postula como candidato para las siguientes elecciones, en las cuales resulta ganador, pero su victoria es anulada por el Congreso y no puede asumir la presidencia. La situación posterior deriva en una serie de revueltas e inestabilidades que provocan varios cambios en la presidencia.
En 1829 Vicente Guerrero, que había sido el segundo candidato más votado en las elecciones, y sus seguidores, logran orquestar el llamado Plan de Perote, usado para desconocer la victoria electoral de Gómez Pedraza. Guerrero asume la presidencia, pero es derrocado al poco tiempo por una junta de militares que proclaman el Plan de Jalapa. Luego asume la Presidencia Anastasio Bustamante, que había ejercido la Vicepresidencia para Guerrero (Bustamente también había sido candidato presidencial, logrando el tercer lugar en votos).
Bustamante llevó adelante un gobierno de corte centralista, reduciendo competencias de los estados. Santa Anna instiga en 1832 un nuevo plan, llamado Plan de Veracruz, que buscaba deponerlo. Esto causa serios enfrentamientos, durante los que Bustamante se licencia de la Presidencia para dirigir la lucha, dejando como presidente interino a Melchor Músquiz.
Santa Anna había querido aparecer en principio al margen del Plan de Veracruz, pero pronto se hizo evidente que dicho plan había sido confeccionado por él. A pesar del rechazo inicial de esta circunstancia, luego empezó a ganar adeptos. Comenzó un enfrentamiento durante el que el apoyo al plan de Santa Anna fue acrecentándose, y durante el que el Presidente Bustamante decide asumir personalmente el comando de las fuerzas que enfrentarían la rebelión.
Para ello debió pedir licencia al Congreso y dejar a un presidente interino: Melchor Músquiz, un militar muy conocido por ser honesto hasta extremos obsesivos. El conflicto se extendió a escala nacional, involucrando incluso a los colonos radicados en Texas, pronunciados a favor de la rebelión. Pero se iba haciendo cada vez más claro que el bando de Santa Anna estaba llevando las de ganar.
Desarrollo de los acontecimientos
El presidente interino Músquiz buscó un acuerdo con Santa Anna para evitar combates en la Ciudad de México, pero Bustamante y Santa Anna ya estaban adelantando negociaciones para suscribir un acuerdo que restituiría en la presidencia a Manuel Gómez Pedraza.
De hecho, Gómez llega a Veracruz en noviembre con el estandarte de “mediador de paz”. El 23 de diciembre se firman los Convenios en la Hacienda de Zavaleta; en ellos se busca garantizar la forma de gobierno federal, se convoca a elecciones para 1833, se dicta amnistía general y se reconoce la presidencia de Manuel Gómez Pedraza hasta el primero de abril, que era justamente el término del período para el que había sido electo en 1829.
Acontecimientos posteriores
Melchor Músquiz se había tomado bastante en serio su papel como Presidente, manejando escrupulosamente la hacienda pública. El ascenso de Gómez Pedraza como consecuencia de los Convenios de Zavaleta se hizo sin notificárselo con anterioridad, de modo que los firmantes se limitaron a notificarle que ya no era Presidente. Tal proceder desagradó a Músquiz, que sin embargo se limitó a retirarse a su casa.
En 1833 resultó electo como presidente Antonio López de Santa Anna.