El Plan de Tacubaya
El Plan de Tacubaya es una declaración promulgada por un grupo conservador mexicano el 17 de diciembre de 1857, con el fin de derogar la Constitución de febrero de ese mismo año, mediante el procedimiento de otorgar facultades extraordinarias al presidente Ignacio Comonfort. Tuvo lugar dicha declaración en el Palacio Arzobispal de la antigua Villa de Tacubaya, hoy día absorbida por la Ciudad de México.
Antecedentes
En febrero de 1957 fue ratificada la nueva Constitución, creada por un Congreso Constituyente de mayoría liberal. Esta Constitución establecía artículos novedosos, como el que eliminaba la esclavitud, prohibía la pena de muerte o la tortura.
Pero había artículos que restaban privilegios a grupos conservadores y a miembros del clero, como el que establecía la educación laica, la reducción de la capacidad de la Iglesia para adquirir inmuebles, o que ya no se reconocieran títulos nobiliarios. La constitución encontró encarnizada oposición entre estos grupos particularmente.
El plan para derogar la Constitución se apoyó, entre otras cosas, en algunas acciones, sobre todo de la Iglesia, que amenazó con excomulgar a quienes la acataran. En un país de mayoría católica, tal amenaza tenía un peso bastante fuerte. Por otra parte, muchos de los conservadores que se oponían a la Constitución de 1857 habían sido actores de importancia en el proceso de Independencia de México.
Se logró polarizar a la población alrededor de la Constitución, y Comonfort comenzó reuniones con grupos opuestos a la misma; grupos que incluían a militares. Estas reuniones levantaron las sospechas de los congresistas mexicanos, que habían participado en la redacción de la misma, o que la apoyaban.
Desarrollo de los acontecimientos
El 17 de diciembre de 1857, los redactores del Plan, entre ellos el general Zuloaga, se reúnen en el Palacio Arzobispal de Tacubaya para darlo a conocer. Manifestando que “la mayoría del pueblo no quedó satisfecho con la Constitución”, por lo que declaran que la misma había dejado de regir. Deciden que Ignacio Comonfort continúe en la presidencia, pero gozando de facultades extraordinarias.
El Presidente no se había manifestado en relación a este asunto, pero pocos días después decide adherirse al Plan, lo mismo que la Iglesia, que propone formalmente excomunión para quienes siguieran fieles al texto constitucional, y perdón para quienes se arrepintieran. Varios gobiernos estatales se suman a este Plan. El Ministro de la Gobernación, Benito Juárez, no se pronunció a favor del plan; el mes anterior, noviembre de 1857, había expresado que una situación así no habría de ocurrir, por lo que fue apresado.
En enero de 1858, Zuloaga decide exluir a Comonfort del Plan, con el argumento de que el Presidente mantenía una actitud ambigua en relación con el mismo. Comonfort decide entonces solicitar la ayuda de Juárez, para lo cual gestiona su liberación. El Plan de Tacubaya se reveló entonces como un golpe de Estado para derogar la Constitución de 1857.
Acontecimientos posteriores
Zuloaga estableció un gobierno conservador, en tanto que Juárez, que se había dirigido a Guanajuato, estableció un gobierno paralelo con la ayuda del general Manuel Doblado, a la sazón gobernador del estado.
Esta situación daría inicio a la Guerra de los Tres Años, durante la cual Juárez mantuvo una presidencia errante, que incluyó un breve exilio, dada la persecución de Zuloaga. Sin embargo, su causa fue ganando numerosos apoyos, que posteriormente servirían para que los liberales retomaran el poder. Juárez terminó siendo Presidente tras la guerra, promulgando las Leyes de Reforma que había redactado durante la persecución.
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