La Constitución Política de 1917
La Constitución Política de 1917 es el documento que contiene la normativa fundamental que regula el Estado de Derecho dentro de los Estados Unidos Mexicanos. Define los límites y organización territorial, la organización política, y norma las relaciones entre los entes que conforman el Estado, y entre éstos y los ciudadanos. Se promulgó el 5 de febrero de 1917, y, salvando los cambios que se le han hecho, es la constitución actualmente vigente.
Origen
La primera Constitución liberal de México se promulgó en 1857, y la misma provocó diversos conflictos que desembocaron en la Guerra de Reforma y luego en la Segunda Intervención Francesa en México. Esta constitución luego mantuvo vigencia, pero pronto empezó a manifestarse en los sucesivos gobernantes un afán reeleccionista que tuvo su expresión más extrema durante el Porfiriato, que se extendió por más de 30 años.
En 1903 comenzaron las primeras muestras de descontento por una Constitución que no podía contener los abusos del gobierno. Tras décadas en el poder, el despotismo del régimen de Porfirio Díaz había recrudecido. El encarcelamiento del candidato antireeleccionista Francisco Madero fue el detonante de los alzamientos armados que se convirtieron en la Revolución Mexicana.
Derrocado Díaz, los conflictos persistieron por la insatisfacción de las demandas campesinas, y la guerra revolucionaria se intensificó. Madero ganó la presidencia, pero fue asesinado a los dos años en un cruento golpe de Estado. La usurpación de Victoriano Huerta hizo que las luchas continuaran, hasta que el movimiento liderado por Venustiano Carranza y los ejércitos revolucionarios de Emiliano Zapata y Pancho Villa lograron derrocarlo. La alianza entre Carranza y los revolucionarios dura poco, pero aunque estuvo a punto de ser derrocado, en 1915 promulga una Ley Agraria que le ayuda a restar partidarios a los insurgentes.
Redacción
Es así que en 1916, Venustiano Carranza convoca a un Congreso Constituyente con representantes de diferentes bandos políticos y de los diferentes estados, que se encarga de la concepción y redacción de una nueva Constitución. Las sesiones tuvieron lugar en el Teatro Iturbide, en Querétaro.
En un trabajo que duró meses, se trabajó sobre la base de la Constitución de 1857, para crear la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. En el título del documento se deja claro que es una reforma de la de 1857, y se promulga el 5 de febrero de 1917. Se dio como fecha para la entrada en vigor de la nueva Constitución, el 1° de mayo de 1917.
Estructura
Fue dividida en nueve Títulos, que comprendían un total de 136 artículos. En el primer Título se hace énfasis especial en los derechos individuales de los mexicanos, así como de sus deberes, de modo que les da rango constitucional a los Derechos Humanos.
Los Títulos Segundo al Quinto tratan sobre la organización política del país, y sobre la estructura del Estado, así como de las relaciones institucionales. En particular destaca el artículo 83, que define claramente la fecha de inicio de cada período presidencial (primero de diciembre), establece para el mismo una duración de seis años y prohíbe de modo inequívoco la reelección. Por primera vez se deja este aspecto asentado en un documento constitucional.
El Título Sexto se ocupa del trabajo y las relaciones laborales. Consta de un solo artículo.
En el Título Séptimo se tratan disposiciones generales como la asignación de recursos para los estados y las normas para las asociaciones religiosas.
El Título Octavo contiene un único artículo que establece la posibilidad de enmendar o reformar la Constitución, y los requisitos para ello.
El Título Noveno cierra el documento con un único artículo que establece que la Constitución no pierde su validez aunque deje de ser observada por un acto de rebelión.
Cambios
La Constitución ha sido reformada en numerosas ocasiones, mayoritariamente para ajustarse a las modernas normativas internacionales, como la Reforma de 2011, en la que los derechos individuales fueron reescritos para hacerlos más cónsonos con la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
La Constitución Política de 1917 se encuentra entre los documentos constitucionales más longevos de América, sin haber sido cambiada por una diferente.