La Guerra de Castas

La Guerra de Castas fue un conflicto ocurrido entre la población maya de la Península de Yucatán, y la población blanca (española y criolla) y mestiza. Se desarrolló entre el 26 de julio de 1847 y el 22 de enero de 1901, si bien las batallas más intensas se escenificaron durante los primeros años, para luego diluirse en una guerra de guerrillas que duró cinco décadas.

Los principales impulsores de la rebelión que dio inicio a la guerra fueron los caciques mayas Manuel Antonio Ay, Cecilio Chi y Jacinto Pat, este último además hacendado de la región. El presidente de México para la época era Antonio López de Santa Anna, en tanto que en Yucatán, el gobierno era ejercido por Santiago Méndez, y posteriormente por Miguel Barbachano.

Antecedentes

Desde la época de la conquista, la población indígena de México se vio desplazada de sus asentamientos de origen, pero no sólo eso, muchos de ellos se veían reducidos a la condición de siervos o esclavos. Debían trabajar en haciendas, propiedad de españoles, blancos criollos y algunos mestizos; percibiendo una paga que sólo podían gastar en las tiendas de la propia hacienda, y tratando de pagar deudas exorbitantes y hereditarias. La represión a la que se vieron sometidos era severa; y la situación luego de la independencia de México no mejoró mucho, los derechos de los mayas estaban muy por debajo de los de la población blanca, aunque formalmente no existía un sistema de castas.

En este escenario, José Justo Corro promulga en 1836, la Reforma de las Siete Leyes, que promovía un estado centralista, y que provocó conflictos con varios estados, entre ellos Yucatán, que decide separarse de México. Durante esta situación, se dotó de armas a gran parte de la población, incluidos los mayas, que además adquirieron gran experiencia bélica durante la guerra.

La población maya estaba planificando un movimiento insurreccional, que había tomado forma más concreta a raíz de la separación de Yucatán, dado que las armas con las que fueron dotados para la guerra habían quedado en su poder; no estaban dispuestos a devolverlas.

Sin embargo, el gobierno de Yucatán se enteró de la concentración de mayas que tenía lugar en la hacienda de Jacinto Pat, en la que estaban armados y dotados de provisión de alimentos. Esto alertó al gobierno yucateco sobre la inminencia de una rebelión. Así que se tomó la decisión de neutralizar el liderazgo maya. Se apresó a Manuel Ay, acusándolo de conspiración, y se ejecutó el 26 de julio de 1847. Además, el poblado de Tepich, en Quintana Roo, fue atacado duramente.

Desarrollo de los acontecimientos

Aquellos actos representan el inicio de las hostilidades. Cecilio Chi, cacique maya de Tepich, dirigió un ataque en el que se le dio muerte a toda la población blanca de la aldea. Se dice que sólo un habitante blanco quedó con vida, para llevar la noticia del acontecimiento.

Las hostilidades fueron cruentas, por un lado, el gobierno yucateco reprimió sin contemplaciones, concentrándose especialmente en eliminar a los caciques mayas. Por su parte, la población indígena llevaba a cabo un minucioso proceso de exterminio entre los blancos, al punto de que muchos de ellos tuvieron que huir al sur, al territorio que había sido colonizado por los ingleses, y que era conocido como Honduras Británica.

La situación se le fue de las manos a Santiago Méndez, que intentó sin éxito lograr apoyo externo. El gobierno mexicano le ponía como condición la reincorporación a la república. Méndez termina renunciando y es reemplazado por Miguel Barbachano. El nuevo gobernante inicia una negociación con Jacinto Pat, pero fue rechazada por Cecilio Chi. Estas diferencias internas serían el germen de la derrota maya. Además, los mayas comenzaron a hacer pausas en los combates para dedicarse a labores agrícolas y rituales religiosos.

Los mayas siguieron perdiendo terreno, primero a raíz de la muerte de los dos caciques principales: Pat y Chi, a manos de otros líderes de su misma etnia. Además, Yucatán logró apoyo logístico y militar del gobierno de México, a cambio de su reincorporación. La guerra tomó un carácter de guerrilla religiosa al formarse el movimiento llamado cruzoob, que mantuvo las acciones bélicas hasta 1901, en que las tropas gubernamentales tomaron Bacalar.

Acontecimientos posteriores

A pesar de estar oficialmente terminada la guerra, la población maya no había visto mejoras en sus condiciones de vida. Hubo de transcurrir buena parte del siglo XX para que esta situación fuera examinada y corregida de algún modo.



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *