Participación de México en la Primera Guerra Mundial
La Primera Guerra Mundial fue un conflicto bélico de alcance internacional, librado principalmente en Europa entre los años de 1914 y 1918. Fue un período especialmente conflictivo en México, ya que este país estaba siendo convulsionado por la Revolución que había comenzado en 1910. Formalmente, México no envió combatientes a los frentes de batalla, pero en cierto momento pudo tener un rol decisivo en el conflicto.
Los personajes más relevantes en la participación que tuvo México en la Primera Guerra Mundial fueron Victoriano Huerta, que había derrocado a Madero y buscaba un modo de restituirse en el poder; el presidente a la sazón Venustiano Carranza; el embajador de Alemania en México, Heinrich Von Eckardt; el ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Arthur Zimmermann.
Antecedentes
México estaba experimentando profundas transformaciones desde que Porfirio Díaz fue removido de la presidencia en 1910, y fue sustituido por Francisco I. Madero. El nuevo presidente encontró fuerte oposición entre los partidarios de Díaz. A esto se sumaba que entre los campesinos había descontento. Exigían mejoras en la calidad de vida que se prometían en el Plan de San Luis Potosí.
Esta situación tuvo un desenlace violento en la Decena Trágica de febrero 1913. Durante este golpe, Madero es derrocado y asesinado tras una conspiración llamada el Pacto de la Ciudadela. Involucró a Victoriano Huerta, jefe militar de Madero, y el embajador de los Estados Unidos, Henry Lane Wilson. Las relaciones entre México y Estados Unidos, ya históricamente deterioradas, no estaban en su mejor momento. Pero en 1914 Venustiano Carranza termina derrocando a Huerta.
Estados Unidos mantuvo durante los primeros años de la Primera Guerra Mundial una política de no intervención en la misma, dado que se estaba desarrollando lejos del país. Movilizar tropas no resultaba conveniente en lo económico. Sin embargo, la opinión pública se estaba volcando a que el país entrara en el conflicto, en especial luego del hundimiento del navío británico de pasajeros RMS Lusitania, el 7 de mayo de 1915, y en el que murieron casi 130 estadounidenses.
En esa ocasión, Estados Unidos emitió un ultimátum al gobierno alemán acerca del uso irrestricto de submarinos en la guerra. Al principio Alemania pareció aceptar la advertencia, pero a principios de 1917, comenzaron de nuevo a usar submarinos de guerra sin restricciones.
Desarrollo de los acontecimientos
Victoriano Huerta, aliado con Pascual Orozco, intentó en 1915 un modo de regresar al poder, contactando con funcionarios alemanes para llevar a cabo un golpe de Estado, derrocar a Carranza y brindar apoyo a Alemania. Pero estas comunicaciones fueron interceptadas por el gobierno de Estados Unidos, que apresó a Huerta y a Orozco.
Como Alemania estaba al tanto de que violar el acuerdo sobre la guerra submarina causaría la entrada de Estados Unidos a la guerra, decidió usar una estrategia indirecta. Buscaría de nuevo obtener el apoyo de México, haciendo que distrajera a los estadounidenses en un segundo frente de guerra.
Para ello, Arthur Zimmermann, ministro alemán de Asuntos Exteriores, redactó un telegrama para Heinrich Von Eckardt, embajador alemán en México. En el telegrama, se le instruía a Eckardt para proponer al presidente Venustiano Carranza que iniciara una guerra contra Estados Unidos. Así se lograría abrir un frente de distracción e impedir que entrase a la guerra europea. A cambio de ello, Alemania brindaría apoyo a México para la recuperación de los territorios que perdieron en 1847 en el Tratado de Guadalupe Hidalgo, luego de la Intervención.
Por una parte, Carranza no aceptó la oferta porque era contraria a los principios de no intervención que México promovía. Además, la conflictividad interna como consecuencia de la Revolución aún estaba a algunos años de apaciguarse.
Por otra parte, el telegrama fue interceptado por los servicios secretos del Reino Unido. Cuando el presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson fue informado del contenido, se consideró motivo para declarar la guerra a Alemania.
Acontecimientos posteriores
México se mantuvo así, no solo al margen de la Primera Guerra Mundial, sino que envió a un emisario, Francisco León de la Barra, para las negociaciones de Paz. Estados Unidos entró a la guerra, sirviendo como uno de los factores decisivos para la derrota alemana y la firma de un armisticio.